
Los microplásticos también acaban en la miel que consume el enjambre y, en última instancia, en el ser humano
Las abejas demuestran ser medidores de la contaminación en una zona concreta
Los microplásticos también acaban en la miel que consume el enjambre y, en última instancia, en el ser humano
Las abejas demuestran ser medidores de la contaminación en una zona concreta