
En la familia Agnelli, los reyes sin corona de Italia y una de las dinastías industriales más poderosas de Europa, los sentimientos han quedado sepultados desde hace años por la ambición, los equilibrios de poder, los bienes de lujo, el patrimonio incalculable y las acciones multimillonarias. La paz armada que mantenía la estirpe en los últimos tiempos ha saltado de nuevo por los aires. La ingente fortuna que dejó el patriarca Gianni Agnelli, en su día el hombre más poderoso de Italia, ha sido objeto de fricciones en el clan en el pasado y ahora se ha vuelto a prender la mecha.