
No deja de ser significativo que las tres únicas medallas conseguidas por deportistas españoles en los primeros días de los Juegos Olímpicos sean de tres deportes minoritarios, la plata del taekwondo, con Adriana Cerezo, una joven de 17 años, el bronce de ciclismo de montaña de David Valero y la plata de Maialen Chourraut en K-1 de aguas bravas. Sería interesante comparar los presupuestos de las federaciones citadas con la del fútbol, por ejemplo, un deporte que arrasa en el favor popular y que en los Juegos de Tokio están dando una imagen rayana en lo lamentable.