
Tener una tercera residencia es un privilegio al alcance de pocos. Más aún si esta se encuentra en uno de los enclaves más vinculados a la familia real británica, Balmoral, lugar de veraneo y retiro de la monarquía desde que Victoria I y el príncipe Alberto decidieron pasar allí el verano de 1848. A pocos metros del famoso castillo, en el mismo recinto, se encuentra Tam-Na-Ghar, una cabaña que la Reina Madre regaló al príncipe Guillermo poco antes de morir en 2002 y que se ha convertido en un refugio secreto para él y su esposa, Kate Middleton.